La historia de cómo la energía limpia puede destruir un territorio

 Quienes quemaban carbón y se enriquecían emitiendo grandes cantidades de CO2 ahora son promotores de parques eólicos. (Ilustración: Álex Rozados).

La energía renovable es un invento maravilloso que existe desde los años 70 y 80 y que permite producir energía con la luz del sol o el viento. Entonces, ¿por qué el boom del viento ahora?

La energía renovable es un invento maravilloso que existe desde los años 70 y 80 y que permite producir energía con la luz del sol o el viento. Entonces, ¿por qué el boom del viento ahora? El detonante de esta fiebre por las renovables eólicas en Galicia, llamada transición energética, empezó justo cuando la quema de carbón dejó de ser rentable y las centrales térmicas anunciaron su cierre. Es decir, quienes quemaban carbón y se enriquecían emitiendo grandes cantidades de CO2 ahora se visten de verde y se convierten en los promotores de los parques eólicos. Este es el lobo con  piel de
cordero. 

Pero, ¿cuál es el punto de partida de Galicia? Galicia ya forma parte de una situación como productor de energía envidiable: Galicia es la comunidad con más producción eólica de la península por KM21 (a excepción de la isla de El Hierro). En Galicia, en 2020, más del 75% de la producción eléctrica ya era de origen renovable2 (hidráulica y eólica), alcanzando el 74% de energía renovable que se fijó en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-20303 cumpliendo los objetivos a partir del 2030 agenda.

Y en lugar de bajar la factura de la luz a todos los gallegos que ya soportan más que nadie (a excepción de la isla de El Hierro) todas las infraestructuras y daños de estas instalaciones, tenemos, en cambio, cientos de nuevos proyectos eólicos que ocuparían 30 % del territorio gallego, incluyendo Reservas de la Biosfera, pueblos y espacios que llevan más de 10 años esperando a ser incluidos en la Red Natura. ¡Estamos hablando del tamaño de una provincia que sería un parque eólico!

Por mucho que la Asociación Eólica de Galicia se esfuerce por hacer brillar sus datos para que parezca más sociable y sostenible, lo cierto es que no encandilan a nadie. Disipamos el mito de que los molinos de viento dejan riqueza en el campo. De hecho, las viviendas pierden alrededor del 30 % de su valor simplemente por estar a menos de 2 km de un parque eólico o de una línea de alta tensión, según varios estudios realizados en EE. UU. y el Reino Unido. 

La renta per cápita de los municipios con más parques eólicos es inferior a la media gallega. Es el caso de Muras, el municipio con más parques eólicos, y según datos del Instituto Gallego de Estadística tiene un PIB cuatro veces superior a la media gallega. Cuando el PIB es muy alto y la renta per cápita muy baja, hablamos de economía colonial. Entonces, ¿adónde va toda la riqueza generada por los parques eólicos? Lo que está claro es que no es para la gente que vive allí. 

No crean puestos de trabajo en la localidad. El empleo que genera un parque eólico es temporal (en el momento de la construcción). Otros trabajos son mínimos y no se asientan en las zonas rurales. Es decir, para el rural, una finca, un taller o una panadería crean empleos más valiosos, más duraderos y que vinculan a las personas con lo rural. 

El paisaje es un recurso para todos que también nos aporta bienestar. Piense en un lugar donde se sienta mejor y asegúrese de que ese lugar no tenga líneas eléctricas, ni subestaciones eléctricas, ni turbinas eólicas. Así son nuestros pueblos. Si nuestros pueblos se convierten en parques eólicos, además de valor patrimonial, perderemos bienestar. El futuro será más gris y la despoblación se acelerará. ¿Quién quiere vivir en un parque eólico? Perderemos la salud, el ruido, el efecto pesadilla, el riesgo de un accidente por deslizamiento de tierra, aumento de la depresión e incluso aumento de los suicidios, como se ha demostrado en los pueblos y aldeas cercanos a los parques eólicos de los Estados Unidos.

Estos son solo algunos de los puntos que me parecen más relevantes, hay muchos más. Más solo con esto, ¿alguien puede justificar tal invasión de centrales eléctricas en nuestra tierra? No se puede hacer, por supuesto, en nombre de las personas, el ecologismo o la sostenibilidad. ¡Solo en nombre del interés de unos pocos, que ni siquiera viven aquí!

La transición energética debe ir de la mano del fomento del autoconsumo y de la edificación sostenible. Con un parque eólico de tamaño más humano y cooperativo, sin la máxima producción masiva de energía y su transporte a cientos de kilómetros de los puntos de consumo salvo uso industrial. Los impactos serían mucho menores y la factura de la luz mucho más barata. Este plan sería bueno para todos, excepto para unas pocas grandes multinacionales que perderían el control de un bien de primera necesidad hoy en día como es la energía.

Publicado originalmente en Gallego en: https://www.nosdiario.gal/articulo/social/historia-como-enerxia-limpa-pode-destruir-territorio/20220401213726140322.html

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