El Urogallo Cantábrico, una historia con final infeliz

En el mundo existen 12 subespecies de urogallo, distribuidas desde la península Ibérica hasta Siberia. Dos de estas poblaciones están aisladas geográficamente del resto, como le sucede al urogallo cantábrico -Tetrao urogallus cantabricus-, del que quedan menos de 292 ejemplares (según el último informe del ministerio para la transición ecológica) en un territorio de 2.000 kilómetros cuadrados en el norte de España.

Actualmente las poblaciones están restringidas a las zonas montañosas de Asturias, algunas zonas del norte de Castilla y León (especialmente en la provincia de León) y a áreas de montaña del occidente de Cantabria.

Mientras que en otros países europeos se gestiona activamente las formaciones forestales para favorecer su conservación, en España, se ningunea la importancia de esta especie única, permitiendo a las grandes compañías eléctricas (como el grupo Naturgy), implantar sus megaproyectos eólicos en las pocas zonas donde este ave aún sobrevive a duras penas

Catalogado como especie en peligro crítico de extinción en España según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el urogallo cantábrico ha desaparecido del 60% de los lugares que habitaba en 1982 debido a una combinación de factores: la fragmentación de su hábitat a causa de la proliferación de pistas e infraestructuras, su baja tasa de reproducción, las elevadas densidades de competidores, los depredadores, la calidad del hábitat, la perturbación que se les causa en los períodos críticos y el cambio climático.

En este contexto, la Junta de Castilla y León ha reautorizado la instalación del parque eólico La Espina, ubicado en los municipios de Igüeña y Villagatón que fue paralizado “definitivamente” por la justicia en el año 2017.

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León anuló en ese año la autorización a dicho  parque eólico, en funcionamiento desde el 2010, al reconocer las deficiencias evaluativas en que incurrió la autorización del parque, ya que no se valoró la existencia de numerosos parques eólicos en los alrededores ni se hizo un análisis adecuado de la presencia de ejemplares de urogallo cantábrico en la zona de implantación, asumiendo que se trata de una población en peligro de extinción y que la instalación de ésta y otras infraestructuras en el área de distribución de la especie implica unos riesgos para su supervivencia reconocidos por diferentes estudios científicos que no han sido tenidos en consideración. El Supremo ratificó la ilegalidad de la autorización en el año 2017.

Actualmente, con la nueva coyuntura provocada por la crisis energética mundial, que se ha visto agravada por el conflicto bélico en Ucrania (bonito eufemismo para definir una masacre a población civil, pero ese es otro tema), Estas grandes corporaciones energéticas aprovechan para invocar un “bien mayor”, y así conseguir reactivar proyectos que la justicia ya consideró inviables.

Estos “señores”, no tiene ningún reparo en acabar con las pocas zonas donde esta icónica ave aún puede habitar, llenándolas de vías de paso, enormes molinos eólicos, tendidos eléctricos y demás gigantescas parafernalias necesarias para el aprovechamiento de esta energía.

Me temo que la supervivencia de este hermoso animal tiene sus días contados, ya que, si nadie lo remedia, finalmente todo su hábitat y sus lugares de anidación se verán plagados de monstruosas estructuras eólicas que terminarán por conducir inexorablemente a esta especie a su definitiva extinción.

Los datos utilizados para la elaboración de este artículo han sido obtenidos de:

https://es.wikipedia.org/wiki/Tetrao_urogallus_cantabricus

https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/plan-de-acciones-urgentes-para-el-urogallo-cantabrico_3066

https://ileon.eldiario.es/actualidad/127497/la-junta-reautoriza-el-parque-eolico-espina-ilegalizado-por-la-justicia-por-su-afeccion-al-urogallo

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