Hay mucha mentira disfrazada de slogan bonito en lo que las Compañías promotoras, en su afán de captar concesiones de explotación, utilizan para convencer a ayuntamientos y vecinos de las “bondades” de los macroproyectos eólicos y fotovoltaicos, aquí vamos a desmontar unas cuantas:
1-Trae riqueza al pueblo
Excepto el dinero que aporte al ayuntamiento en concepto de alquiler de terrenos e impuestos (una proporción irrisoria respecto a los beneficios que la compañía obtendrá de la explotación del macroproyecto), no aportará más que una efímera ilusión de actividad durante las obras de construcción del proyecto, que una vez terminadas ya no generarán ningún beneficio posterior.
A medio y largo plazo el efecto será el contrario, gran parte del turismo se verá afectado por la instalación de estos macroproyectos, que influirán negativamente en las actividades de montaña, tours de naturaleza, turismo de observación astronómica, hostelería, casas rurales, apicultura, ganadería y demás partes de la cadena productiva tradicional de la zona.
2.-Trae trabajo
Falso también, aunque como en el punto anterior sí es cierto que durante la construcción del proyecto se genera algún puesto local, estos tienen una duración de un año o dos como máximo, trabajando en las labores de acondicionamiento de terrenos, ya que la instalación se lleva a cabo por parte de técnicos especializados, limitándose después el trabajo que genera a labores de mantenimiento que se suelen subcontratar a compañías que traen su propio personal especializado.
De nuevo si abandonamos la mira cortoplacista observaremos que el nivel de empleo se vera afectado negativamente debido a la reducción de la actividad turística y la perdida de los espacios naturales como reclamo de la misma, siendo sustituidos por enormes superficies de placas fotovoltaicas con una zona de afectación de más de 3200 campos de futbol y su impacto negativo en el medioambiente y actividades económicas tradicionales.
3.-Fija población
Todo lo contrario, la reducción de otras actividades económicas debido al impacto del macroproyecto, generará un desequilibrio en la demanda laboral que afectará negativamente a la cantidad de población asentada.
Está demostrado que los pueblos donde se han implantado estos proyectos han perdido una media de un 20% de su población en los 5 años posteriores a su implantación.
4.-La luz será más barata
Los contratos que ofrecen las compañías prospectoras no suelen ofrecer ese tipo de condiciones, ya que el sistema extractivo con el que se van a implantar dirigirá la energía al conjunto de subestaciones de la Red Eléctrica Española, distribuyéndose desde allí al exterior, por lo que no afectará en nada a la red eléctrica del pueblo, y el precio local de la luz seguirá dependiendo de los valores de contratación con cada compañía distribuidora por parte de cada usuario.
5.-Los terrenos se revalorizarán
La única revalorización que tendrán esos terrenos es la de impuestos, al pasar a ser considerados terrenos industriales, cambia su modo de tributación, aumentando sensiblemente la cantidad de impuestos a pagar por ellos.
Por el contrario, El valor medio de una propiedad cerca de un polígono eólico o fotovoltaico se reduce en un 30% después de la instalación de este. Nadie quiere vivir debajo de un molino aerogenerador de 200 mts.
6.-Es por el bien de todos
Castilla y León ya produce 5 veces más energía de la que consume, por lo que comparativamente hablando, la región ya aporta mucha más energía de la exigible en el esfuerzo común. El resto del beneficio generado solo afectara a las grandes compañías que gestionen la explotación del macroproyecto.
7.-No hay más alternativas, esto se está vaciando
Precisamente ese es el argumento que hay que cambiar, la construcción de los macro polígonos no mejorara en absoluto la curva de despoblación actual de la zona. Debemos apostar por proyectos de autoconsumo y comunidades energéticas, que combinadas con proyectos de turismo verde y aprovechamiento racional de los espacios naturales y sus recursos, permita fijar y atraer nuevos habitantes a la zona, gracias a las posibilidades de desarrollo sostenible de la misma.